sábado, 14 de diciembre de 2013

Crónica de la actividad inicial

El pasado 29 de noviembre recibimos las primeras indicaciones de Touratocha. Nadie nos había dicho de qué iba exactamente excepto que nos íbamos a encargar de diversos países. Nos dividieron en grupos y así se formó este, compuesto por (en orden de lista) Jorge Aguado, Verónica Casanova (yo), Isabel Jara y Eduardo López. Puesto que Isa no había venido ese día, Edu se encargó de grabar además de ser tutor, aunque a Isa le hemos otorgado el puesto honorífico de cámara. Por otra parte, Jorge se convirtió en reportero y yo en community manager. Con esta organización nos enfrentamos a nuestro “reto”: entrevistar a extranjeros en las calles con las cuales coincidiesen los países de los que nos encargamos, siendo superpuesto el mapamundi sobre el callejero del centro de Madrid.
Decidimos empezar por Gabón, el país que le había tocado a Jorge, así que nos dirigimos a la calle Arenal. Tras hacernos la foto y tras varios intentos fallidos (ya que todos los extranjeros a quienes pedíamos entrevistar nos decían que no), una mujer venezolana accedió a que la entrevistásemos.

 

Después fuimos a por Bélgica, mi país, que estaba en la Costanilla de los Ángeles hacia la plaza de Santo Domingo. No nos acabábamos de localizar, así que nos guiamos por el GPS de Edu. Una vez que llegamos, Jorge entrevistó a una alemana y una neozelandesa en inglés. Ambas estaban estudiando en Málaga (aunque no hablaban mucho nuestro idioma) y habían viajado para visitar Madrid. Nos hicimos la foto correspondiente para acabar con la parte de este país.


Nos pusimos rumbo a Bangladesh (el país de Edu), que se había convertido en la calle Preciados, donde después de algún que otro fracaso porque los extranjeros que  interceptábamos no querían ser entrevistados, abordamos a una chilena y nos hicimos otra foto más.

 

Después de dudar ya que no estábamos seguros de si debíamos ocuparnos de Bolivia, el país de Isa, o no, decidimos ir a la calle Lazo. No sabíamos cuál era esa calle, así que preguntamos y acabamos llegando a una calle poco transitada, por así decirlo. Ya nos estábamos 
planteando cómo íbamos a encontrar a un extranjero en una calle por la que no pasaba nadie cuando apareció un marroquí. Aunque en un principio no quería dejarse entrevistar porque le iban a cerrar la panadería, cedió y pudimos finalizar la primera actividad de Touratocha.